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Bifurcaciones:
Un recorrido descriptivo
Bifurcaciones es
el título de la exposición relizada por Darío Urzay
en la Fundación ICO en Madrid , durante finales del
año 2009 y comienzos del 2010.
No siendo una retrospectiva,
recogió creaciones fechadas en los últimos trece
años. Las piezas escogidas, fueron seleccionadas por
haber sido puntos de ramificación o de deriva a
partir de los cuales surgieron otras obras o series.
Estas, formalizadas con muy distintos procedimientos
tanto conceptuales como técnicos, presentaron un
amplio abanico de las ideas e intereses del artista.
Primera planta: Topografías
interiores
La muestra se
reparte en tres plantas del expacio expositivo. En
la planta baja estan distribuidas obras desde el
año 1997 hasta el 2003 y una serie de dibujos
hibridos de pintura y ordenador del año 96.
Trabajos en los que la yuxtaposición de
fgragmentos conforman estructuralmente las piezas.
En el comienzo del
recorrido está ubicada una pintura vertical en
formato alargado, que en el tiempo es de las
ultimas pinturas elaboradas. Desplazada unos
metros, el espectador se encuentra otra de grandes
dimensiones separandose de la pared en los
extremos. Obra melliza de la que posee la
colección Guggenheim Bilbao, fue realizada en 1997
y titulada "En una
(microverso II) fracción". Superpone
imágenes fotográficas de la serie ¨camerastrokes"
con unos rastros
descriptivos del circular de una brocha y en la
parte central, combina
pintura bajo apariencia de estructuras de diseño
procesual auto-organizado.
Observándola de
frente, en la pared opuesta, un espejo recubierto
de resina y pintura atrapa el reflejo
invertido de los ocho metros y medio a traves de una
lente de resina, que sobresale en la superficie.
Una pintura cuadrada de tre metros de lado esta
situada cerca del otro extremo.
Pertenece a la serie de pinturas negativas. A modo
de mapa dividido en dieciseis
cuadrados, funciona como imagen total y al mismo
tiempo muestra la autonomía de cada uno de las
divisiones. Emerge también
una estructura, entre el techo y el suelo, en
cuyos extremos enfrentados estan colocadas dos
imagenes en positivo y negativo.
Un poliptico azul compuesto por ocho soportes de
diferentes medidas, Un triptico con tres piezas de
distinto tamaño y una pintura vertical crean un
ambiente en una sala inmediata a la anterior.
Contiguas aparecen el gran díptico titulado "Mas
cerca-transaparente" perteneciente a la colección
Artium y la serie de dibujos generados por
ordenador del año 96.
Referencias al fluir, a
lo macro, a lo micro y a la frontera entre lo
interno y lo externo (membranas), el atravesar apariencias y a la
distancia del que mira, estan presentes en
todas estas obras.
El nexo entre la planta baja y la primera planta
de la exposición, lo establece la única pieza del
año 2003: el video
y el conjunto de fotografías
titulados "into the frame" que datan de ese año.
Siete fotografías, registro de otras tantas
acciones acumulativas de pintura sobre un mismo
soporte, son mostradas secuencialmente con el
orden de lectura temporal correspondiente a la
acción. Formalmente recuerdan a las pinturas pero
son fotografías de un proceso. Estas imagenes
fueron introcudidas en un sotware utilizado para
reinventar fotogramas no existentes y perfeccionar
acciones de camara lenta. Una vez analizadas las
siete fotografias estáticas, entre cada fotograma y el siguiente, el programa construyó movimiento
donde no existia. Es decir dotó de acción
fílmica a aquello que en principio eran imagenes
de "naturaleza muerta". El video en ¨loop" ofrece
el resultado del fluir y transformar, como una
posible y probable "documentación procesual".
.
Entre el año 2000 y el 2005 Urzay
utiliza programas de diseño asistido por
ordenador para generar fondos de imagen.
Estas imágenes previas a la pintura, son
metadescripciones de lugares inacabados,
inexistentes antes de su aparición en
pantalla. Siendo construcciones autoreferenciales
paradójicamente connotan mediante el mapeado de
superficie. Este solape de imágenes sobre malla
proviene de fotografías de fragmentos pictóricos
con diseño auto-organizado. (formas dendriticas).
El tratamiento pictorico-físico posterior
aumenta la sensación de microrealidad aumentada.
Segunda planta: Topografías exteriores
En la planta
segunda se exhibe la obra titulada "A negative
view-observador virtual". Está fechada un año antes
,que el conjunto "into the frame" al que nos
hemos referido anteriormente. Es un diptico de gran
formato de 244x 400 cms cuyas dos partes
son las ramificaciones de algo que no está presente
visualmente pero se indica. Una parte en pintura en
imagen-negativo, con un referente en futuro, si se
positiva, dialoga fotográficamente con el que mira.
La otra como materia densa de un referente
foto-pictórico inventado, muestra un presente
continuo. Lo que ha sido virtual se solapa en lo
real y el presente nos hace participes de
un futuro que podemos imaginar.
A partir de esta
pintura del año 2002 y aún habiendo un salto en el
tiempo con respecto a las demás realizaciones
presentadas aquí, se articula el resto de la planta
. Las creaciones contiguas estan fechadas
entre el 2005 y 2009. En ese intervalo, Urzay
comienza a utilizar imágenes aéreas y de satélite
que recodifica y "re-territorializa" en un primer
paso de ordenador como paso previo a la fisicidad de
la pintura.
Cercano a ella y
tambien en la pared opuesta, estan situadas cinco
pinturas de la "serie Topogramas". Circulando hacia
la otra dirección observamos la instalación
titulada "Vertice del observador". Está
compuesta por dos esculturas de hierro, grafito y
resina y de una videoproyección interactiva de una
panorámica esférica, en colores artificiosos,
correspondiente a un lugar preciso. Todos los
elementos hacen referencia a las piezas colocadas en
una colina de la localidad riojana de Sajazarra.
En el verano de 2006, Darío Urzay
reunió a ciento cincuenta personas en una colina
próxima a la mencionada localidad riojana .
Los convocados fueron invitados a escribir una
carta, dirigida a un destinatario no precisado.
Paralelamente, el artista y sus ayudantes preparaban
el molde para la construcción de un cubo de
hormigón. Sobre otro igual, elaborado la víspera se
encontraban ciento cincuenta serigrafías que
representaban las curvas de nivel de la colina en la
que se desarrollaba la acción. Los participantes en
el acto fueron depositando sus cartas en el molde,
mezclándolas con el hormigón. A cambio,
retiraban una de las serigrafías de la pila. Al
final del proceso, las hojas de papel (a modo de
capas) habían dejado al descubierto el primer cubo
mientras las cartas se integraban en la masa del
segundo.
Al cabo de unos meses, Darío
Urzay procedió a “completar” la obra, colocando
sobre los cubos dos representaciones topográficas
hechas igualmente en cemento: las curvas de nivel
reproducidas en la serigrafía y un relieve a modo de
mapa en tres dimensiones hecho a partir de vaciados
de piedras recogidas en la misma colina.
Por su forma y ubicación, los
cubos recuerdan a los vértices geodésicos.
Instrumentos que señalan un punto topográfico
concreto; una marca que permite realizar mediciones
precisas, pero que en este caso señalan el lugar de
una acción de la que no queda otra memoria. Los dos
cubos forman parte desde entonces de la
cultura del lugar y en un futuro aparecerán en los
mapas topográficos oficiales.
Las esculturas presentes en la
exposición surgen de los mismos moldes que las de la
colina. Ralizadas a propósito con una mezcla de
grafito y resina, funcionan como un dibujo
tridimensional, que desplaza el suelo a la pared. La
proyección deja interactuar al que mira, girando la
imágen esfericamente 360 grados, desplazando
continuamente el suelo, de manera virtual,
bajo los pies del observador.
Moviéndonos por
este segundo piso del espacio expositivo
encontramos, estratégicamente situadas, la serie de
topogramas que rodean las dos primeras obras antes
citadas. Son pinturas que parten de imágenes
aéreas y de satélite y que han sido minuciosamente
ortorectificadas ; superficies lejanas de lo táctil,
prestas a la interpretación, destinadas a la
construcción de mapas, de signos para una
comunicación descriptiva y objetiva. Las
localizaciones referenciales de las aerofotos
corresponden a fragmentos de territorios de
Valencia, La Rioja, Alava y Burgos. Todos estos
lugares, por diferentes motivos, forman parte
de la historia personal del artista.
Partiendo de esa imagenes
iniciales, Urzay emprende un camino distinto del
previsible en la utilización de una ortofoto. Si
estas se usan para medir, para comunicar
objetivamente, si tienen un referente en un
territorio externo concreto, en cambio en las
pinturas se produce un desvío, una deriva
metafòrica, cuyo referente está en el territorio
autónomo de la pintura. Son objetos en los que "lo
pictórico" se produce por una cuestión de
código, como un "modo de estar" de la materia
y de la imagen sobre un soporte.
Tres pinturas aparecen
agrupadas en un ángulo de la sala . Las tres
tienen la caracteristica común de que poseen algunos
elementos táctiles en relieve, que aun siendo
parte del plano pictórico, sobresalen de la
superficie unos centimetros. A diferencia del resto
de las otras pinturas, en las que la materialidad es
puramente visual, aquí adoptan el aspecto de
bajorrelieve con respecto al plano que los soporta.
Si las demás pinturas son brillantes, reflectantes
como un cristal, estas en cambio poseen un acabado
mate. Los resaltes tridimensionales corresponden a
lo que serían cotas de altitud en un modelo a
escala.
La mayor de las tres obras
titulada "memorizando estratos" de 200 x 355 cms
funciona como antesala de la videoproyección con el
mismo nombre. La imagen que ocupa todo el
cuadro es descriptiva. Está obtenida
renderizando un modelo diigital de elevación de una
determinada zona, que en el terreno abarca una
extensión de unos sesenta kilometros por
cuarenta. Las proturberancias superficiales son
modelos de resina y pigmento incorporados al cuadro.
Han sido desarrollados recogiendo piedras en varias
localizaciones del área al que corresponde la imágen
y se han reproducido haciando vaciados de las
mismas mediante la utilización de moldes de
silicona. Otras piedras en color , superpuestas e
integadas fotográficamente, estan superpuestas a
modo de terreno fractal. Además, podemos vislumbrar
restos de pigmento producto de la disolucion de
algunas otras. Durante el proceso de ejecución
de la obra, fueron confeccionadas con pigmento y
agua y solidificadas (el frio como aglutinante)
introduciendolas en un congelador, para
posteriormente dejarlas descongelarse en la
superficie del cuadro.
Dentro del habitáculo de
proyección, se ha adherido al muro una gran pieza de
cartón con restos de materia y un mapa
impreso.Durante el tiempo de realización de la
pintura en el estudio del artista, estuvo colocada
bajo el cuadro. Todos los restos de pintura que
observamos, provienen del derrame residual del
proceso pictórico. La parte del cartón en la
que estuvo el cuadro quedó mas o menos protegida de
manchas, quedando la periferia enmarcando un centro
limpio sobre el que ahora, a modo de pantalla, se
efectúa la videoproyección.
Mientras la pintura se iba
desarrollando , en diferentes fases, una camara
fotográfica cenital obtenía decenas de
fotografías. Estas imagenes procesadas y montadas
dan origen a la animación que se observa en
pantalla. Una de las secuencias corresponde al
descongelamiento fotografiado de las piedras de
pigmento y agua.
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En una (microverso II)
fracción
into the frame
A negative view-observador
virtual
Vertice
del observador
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